Hoy es el día de perdonar y
amar.
No hay nada más bello que el
perdón y, aun así, no hay nada que parece más difícil. Significa reconciliar y
sanar para seguir adelante, hacia nuevas posibilidades, hacia una nueva vida.
Solo con esta capacidad de
perdonar es que puedo amar incondicionalmente. De lo contrario, mi amor es
limitado y restringido a unas pocas personas. Al perdonar,
no sólo sano a mí mismo,
sino ayudo el otro a sanarse, pues un error siempre lastima a ambos los lados.
Debo parar hoy y ensayar el perdón y el amor —de esta manera,
los otros también me podrán perdonar y amar incondicionalmente.
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