Armonizar nuestras
personalidades es el desafío más grande que enfrentamos.
Tres cualidades que nos
permiten resaltar lo mejor en este desafío son el amor, la misericordia y el
perdón. Primero, y más importante, hacia uno mismo.
Sea misericordioso y perdone
su propio yo y, con amor, olvide las cosas del pasado y avance.
Esta es la forma de ayudar
verdaderamente a los demás.
Perdonar siempre de nada vale guardar dentro de nuestra alma tanto rencor acumulado que no nos lleva a ningun lado. Debemos vivir el momento y se mas misericordiosos con todo el mundo para poder crear un mundo lleno de amor y felicidad.
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